Agotados los abonos para la Sección Oficial del Festival en apenas dos horas

SAN SEBASTIÁN. DV. La expectación suscitada por una nueva edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián hizo que fueran centenares las personas que se acercaran ayer por la mañana hasta al Kursaal para comprar las entradas. En pocas horas, los abonos más caros del festival, los de la sección oficial -de 300 euros-, se agotaron antes de las once de la mañana, y las entradas para ciertas películas, como en el caso de Nomadak de Zabaltegi , se terminaron a las pocas horas de ponerse a la venta.

Lo cierto es que aunque las taquillas del Kursaal abrieron a las nueve, fueron muchos los que esperaban horas antes en la cola. «He llegado sobre las siete de la mañana y merece la pena el madrugón, la cola y ver alguna película menos buena que las demás, por vivir el festival», explicaba el vitoriano Carlos García.

Como medida para facilitar la compra de entradas se instalaron dos puntos de venta: en las taquillas del cubo grande del Kursaal se vendieron los abonos de la sección oficial y un número inferior a diez entradas, mientras que en el pequeño se podían adquirir más de diez. Esta división produjo que la cola del cubo grande fuera menor. «Si me hubiera enterado antes habría traído a toda mi familia para ir comprando de diez en diez las entradas y no tener que esperar tanto tiempo», comentaba una señora que se dirigía hacia el edificio pequeño del Kursaal. En este punto fue donde se generó mucha más cola. «Aunque tendrán que esperar igual, repartimos tickets con números para organizar a la gente que esperaba su turno y para evitar problemas», comentaban desde la organización, una iniciativa que tuvo buena acogida entre la gente. «Es una buena medida para evitar problemas porque sino sería de locos», aseguraba Carmen, una veterana en adquirir entradas para el festival.

El problema fue que tan sólo había media docena de personas en los puestos de venta para toda la gente que se acercó hasta el Kursaal, y no daban a basto. «Nada más abrir he repartido 244 números. Dos horas y media después, se habían repartido más de 382 y el tiempo de espera rondaba las dos horas. A media tarde he repartido 541 tickets y el tiempo de espera se ha reducido porque ya se había atendido a más de 493 personas», explicaba Marta, responsable de dar los tickets. Para hacer más fácil la espera, se facilitó un número de teléfono a los que tenían un par de horas hasta su turno.

Muchos otros optaron por adquirir las entradas por internet o usar las máquinas habilitadas para comprar entradas con la tarjeta de crédito. «Prefiero cogerlas así y evitarme las horas de espera», aseguraba Mamen, una guipuzcoana asidua al festival.